Weber
cuestionó el enfoque materialista de Marx. En su obra más importante, “Ética protestante y el espíritu del
capitalismo” (de 1905), defendió la idea de que los factores no económicos
tuvieron un papel clave en el desarrollo del capitalismo. Para él, la religión
calvinista, con fuerte presencia en algunos países del norte de Europa, fue la
fuente de origen del capitalismo, junto con otros cultos. El conjunto de creencias
y valores (propios de las religiones protestantes) que poseían los primeros
comerciantes e industriales permite explicar el origen del capitalismo. Estas
personas, además de acumular riqueza personal vivían con austeridad, lo que
provocó que en lugar de derrochar su riqueza la reinvirtieran en sus empresas,
esta combinación permitió el desarrollo económico que derivó en el capitalismo.
Ahora
bien, el apetito por la acumulación de riquezas propio de las sociedades
capitalistas forzó el surgimiento de instituciones administrativas que tuvieron
como función racionalizar la vida. Así, la burocracia surge como una
organización social propia del capitalismo, cuyo fin es velar por el correcto
funcionamiento y organización del trabajo para conseguir la eficiencia
administrativa. En toda organización burocrática existe una jerarquización de
funcionarios claramente delimitada en la que sus miembros se organizan en torno
a reglas previamente escritas. Estas reglas tienen como finalidad establecer
los derechos y obligaciones de cada funcionario.
Pensemos
ahora en una organización burocrática concreta: un hospital. En él, además de
un director, se desempeñan médicos, enfermeros, personal administrativo,
personal encargado del mantenimiento, personal encargado de la cocina, entre
otros. Cada uno de este conjunto de trabajadores cuenta con una persona a
responsable o jefe de área. Pensemos en el conjunto de enfermeros: habrá un
jefe/a de enfermeros general pero también un jefe/a de enfermeros por turno,
también habrá jefes/as de enfermeros por piso y, si el hospital es muy grande y
complejo, jefe/as de enfermeros por especialidad, además del resto de los trabajadores/as
enfermeros. Cada uno, según el lugar que ocupe, tendrá una tarea asignada, así
el/la enfermero/a de neonatología del piso 4 del turno noche no tendrá las
mismas tareas ni las mismas responsabilidades que el jefe/a de enfermeros de
neonatología del hospital. Para Weber, la existencia de una burocracia tiende a
despersonalizar a las sociedades y se le da prioridad a la eficiencia.
También
Weber desarrolló el concepto de Estado. Según su visión, el Estado es una comunidad
humana que, dentro de un determinado territorio, reclama para sí el monopolio efectivo
de la violencia física legítima. Por ello, el Estado constituye la única fuente
de derecho a la violencia y la ejerce a partir de las instituciones que
especialmente diseñó para garantizar el orden, como la policía o el ejército.
De este modo, uno de los elementos centrales para comprender la noción de
Estado en Weber es la violencia legítima.
Para
Weber el poder es la probabilidad que tiene una persona de imponer su propia voluntad
en una relación social. El poder implica el ejercicio de coerción, es decir la imposición
o la presión sobre las conductas o voluntades de otros. Sin embargo, Weber también
refiere al concepto de dominación y lo entiende como la probabilidad de
encontrar obediencia. La dominación implica el ejercicio efectivo del poder
donde un sujeto obedece un mandato específico que proviene de otra persona. Por
lo tanto, la dominación implica consenso, es decir, acuerdo o conformidad. Ahora
bien, la aceptación de esa dominación puede tener orígenes muy diversos ya que
ningún sistema de dominación se basa en la obediencia automática, pues el
principal fundamento se encuentra en la creencia que tienen los subordinados
sobre la legitimidad de su subordinación.
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