martes, 10 de septiembre de 2019

SOCIOLOGÍA: Max Weber - Los orígenes del capitalismo. Estado moderno y burocracia


Weber cuestionó el enfoque materialista de Marx. En su obra más importante, “Ética protestante y el espíritu del capitalismo” (de 1905), defendió la idea de que los factores no económicos tuvieron un papel clave en el desarrollo del capitalismo. Para él, la religión calvinista, con fuerte presencia en algunos países del norte de Europa, fue la fuente de origen del capitalismo, junto con otros cultos. El conjunto de creencias y valores (propios de las religiones protestantes) que poseían los primeros comerciantes e industriales permite explicar el origen del capitalismo. Estas personas, además de acumular riqueza personal vivían con austeridad, lo que provocó que en lugar de derrochar su riqueza la reinvirtieran en sus empresas, esta combinación permitió el desarrollo económico que derivó en el capitalismo.
Ahora bien, el apetito por la acumulación de riquezas propio de las sociedades capitalistas forzó el surgimiento de instituciones administrativas que tuvieron como función racionalizar la vida. Así, la burocracia surge como una organización social propia del capitalismo, cuyo fin es velar por el correcto funcionamiento y organización del trabajo para conseguir la eficiencia administrativa. En toda organización burocrática existe una jerarquización de funcionarios claramente delimitada en la que sus miembros se organizan en torno a reglas previamente escritas. Estas reglas tienen como finalidad establecer los derechos y obligaciones de cada funcionario.
Pensemos ahora en una organización burocrática concreta: un hospital. En él, además de un director, se desempeñan médicos, enfermeros, personal administrativo, personal encargado del mantenimiento, personal encargado de la cocina, entre otros. Cada uno de este conjunto de trabajadores cuenta con una persona a responsable o jefe de área. Pensemos en el conjunto de enfermeros: habrá un jefe/a de enfermeros general pero también un jefe/a de enfermeros por turno, también habrá jefes/as de enfermeros por piso y, si el hospital es muy grande y complejo, jefe/as de enfermeros por especialidad, además del resto de los trabajadores/as enfermeros. Cada uno, según el lugar que ocupe, tendrá una tarea asignada, así el/la enfermero/a de neonatología del piso 4 del turno noche no tendrá las mismas tareas ni las mismas responsabilidades que el jefe/a de enfermeros de neonatología del hospital. Para Weber, la existencia de una burocracia tiende a despersonalizar a las sociedades y se le da prioridad a la eficiencia.
También Weber desarrolló el concepto de Estado. Según su visión, el Estado es una comunidad humana que, dentro de un determinado territorio, reclama para sí el monopolio efectivo de la violencia física legítima. Por ello, el Estado constituye la única fuente de derecho a la violencia y la ejerce a partir de las instituciones que especialmente diseñó para garantizar el orden, como la policía o el ejército. De este modo, uno de los elementos centrales para comprender la noción de Estado en Weber es la violencia legítima.
Para Weber el poder es la probabilidad que tiene una persona de imponer su propia voluntad en una relación social. El poder implica el ejercicio de coerción, es decir la imposición o la presión sobre las conductas o voluntades de otros. Sin embargo, Weber también refiere al concepto de dominación y lo entiende como la probabilidad de encontrar obediencia. La dominación implica el ejercicio efectivo del poder donde un sujeto obedece un mandato específico que proviene de otra persona. Por lo tanto, la dominación implica consenso, es decir, acuerdo o conformidad. Ahora bien, la aceptación de esa dominación puede tener orígenes muy diversos ya que ningún sistema de dominación se basa en la obediencia automática, pues el principal fundamento se encuentra en la creencia que tienen los subordinados sobre la legitimidad de su subordinación.

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